Hoy en día el tema de la inclusión del enfoque de género y trabajar por la equidad de género es visto como una tendencia que acogen las empresas para evidenciar que son incluyentes y que se preocupan por el bienestar de los hombres y las mujeres que trabajan en sus empresas. Algunas veces el compromiso es real, y otras solo buscan mostrar que están en sintonía con las tendencias.
Cada vez es más importante promover buenas prácticas empresariales puesto que estas resultan positivas al interior de las empresas no solo porque se logra aumentar el sentido de pertenencia entre sus colaboradoras, se reducen las tensiones laborales, se minimiza la posibilidad de contar con entornos tóxicos y se puede evidenciar a través de políticas, procesos y actividades internas que en verdad se es una empresa incluyente.
Sin embargo, ¿cómo ser una empresa incluyente que en verdad sea atractiva y un buen espacio para las mujeres? Esta es la gran pregunta. Hoy en día es un reto para las empresas acceder y retener el talento femenino o reducir el número de quejas que maneja su Comité de Convivencia frente a diferentes situaciones que se pueden generar, ya sea por la reproducción de estereotipos sexistas, situaciones de acoso laboral y sexual, o situaciones de discriminación laboral por género.
Lo anterior, evidenciaría situaciones o practicas naturalizadas por las empresas que le han impedido lograr un entorno inclusivo, libre de discriminación y que promueva igualdad de oportunidades para las mujeres, que no solo incrementa la rotación del personal, un ambiente laboral toxico e incapacidad de retener el talento, afectando así su imagen entre empleados y empleadas sino que también afecta su imagen con sus futuros clientes, quienes cada vez son mas exigentes y no solo se conforman con actividades de responsabilidad social, sino que por el contrario exigen que se evidencie su compromiso con lo inclusión.
Ante el afán por responder con las exigencias y demandas de clientes o posibles nuevas asociaciones u oportunidades de negocio, las empresas se ven abocadas a participar en Sellos de Equidad o de Género, pero surgen varios inconvenientes en este camino por la inclusión:
- Es un tema nuevo y desconocido
- No saben por donde empezar
- Es costoso
- Nadie de la empresa maneja el tema o podría asumir la función
- La empresa tiene la percepción de que el tema es muy político y le preocupan los actores que lideran el tema.
- La empresa ha identificado que los gobiernos lideran el tema y no quiere compartir información sensible
- Etc….
Lo anterior es muy entendible y natural al enfrentar este nuevo reto empresarial, sin embargo, no es la solución aplicar a un proceso costoso que va a dejar mas deudas que avances al interior de la organización, por lo que es necesario antes de participar en un proceso de acreditación y certificación en materia de inclusión, buscar una asesoría especializada, que no busque las generación o creación de productos que no se van a entender sino buscar un acompañamiento como el que brinda Ciudadanía para el Desarrollo Consultoría, quienes inicialmente le pueden realizar un diagnostico y acompañamiento junto a su empresa una Hoja de Ruta que permita avanzar en tareas que le permitan lograr una verdadera inclusión que le permita vincular efectivamente a las mujeres, aportar a la reducción de brechas de género y aportar desde su quehacer a la superación de obstáculos que impiden lograr entornos libres de sexismo y discriminación por género.
Los invitamos a conocer nuestro portafolio de servicios en el siguiente enlace: https://ciudadaniaparaeldesarrolloconsultoria.com/servicios/
A continuación les presentamos una galería de imágenes sobre el trabajo como consultora privada en temas de Equidad de Género y Enfoque Diferencial de nuestra consultora Nathalia Rocío Mendoza Barón:
