El gobierno tuvo su origen en el propósito de encontrar una forma de asociación que defienda y proteja la persona y la propiedad de cada cual con la fuerza común de todos. Jean Jacques Rousseau
La Administración Distrital cuenta con un aparato estatal y un marco normativo sobre los cuales se fundamenta para ejercer Gobierno, sin embargo el resultado de la gestión de estas instituciones no es tan eficiente como todos quisiéramos debido, entre otras cosas, a la falta de corresponsabilidad Ciudadana.
El déficit de Policías y demás funcionarios públicos no exime a la ciudadanía de su responsabilidad frente a la efectividad del gobierno. La dirección, administración y ejercicio de gobierno requieren de ciudadanos respetuosos de las disposiciones legales, lo que no implica renunciar a sus facultades críticas, ni a proponer los cambios que considera necesarios para la sociedad.
Asumir cada escenario en el que se ejerce ciudadanía acatando sus reglas y observando comportamientos que garanticen una sana convivencia, nos permitirá transformar la situación de desorden en que se encuentra la ciudad. Ejercer ciudadanía implica asumir un papel propositivo y transformador que nos permita fortalecer el sentido de pertenencia y mejorar la ciudad.
El cumplimiento de las normas nos permite consolidar una sociedad viable y ambiciosa, que no se ahogue en los problemas del día a día, sino que se plantee desafíos frente a su futuro. Por dejar de atender el cumplimento de las denominadas «reglas o normas mínimas» hemos perdido espacios de autoridad y de construcción de ciudad, situación que lleva a la materialización de condiciones degradantes de convivencia en la ciudad y en la construcción de ciudadanía.